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El Tercer Paso en la Comunicación: “Pensar con los Ojos”

Social Thinking Article

© 2021 Think Social Publishing, Inc.


El siguiente artículo ha sido traducido con la intención de captar el significado original deseado. Al leerlo, por favor tenga en cuenta que en la traducción muchas veces es difícil captar la sutileza del significado deseado. Sin embargo, esperamos que la mayoría de los conceptos sean fieles al original.


Aparentemente dentro de la comunidad de autismo, los ojos son claves. Consulta 10 Programas Individualizados de Educación diferentes y probablemente encontrarás objetivos involucrando el contacto visual en cada uno.

 

“María hará contacto visual cuando conversa en clase”

 

“Jorge responderá a la indicación, ‘Mirame’ apropiadamente 9 de 10 veces”.

 

“Graciela saludará con la mano y hará contacto visual cuando diga ‘hola’ a su maestra cada mañana”.

 

En mi opinión padres y profesionales están atrapados en la idea de que mirar a los ojos resultará mágicamente en pensamiento social. Estoy acá para decir que no. Nuestros ojos juegan un rol activo en la comunicación, pero el acto físico del contacto visual y la conciencia social de cuando/porque/cómo/donde lo usamos son dos cosas muy diferentes. Decirle a los alumnos que “usen contacto visual” o “mírame” da por sentado que ellos saben que están mirando y porque es importante. Un enfoque basado exclusivamente en hacer contacto visual crea una falsa suposición de pensamiento social que puede predisponer a nuestros alumnos al fracaso desde el comienzo.

 

En artículos previos hemos explorado la idea de que la comunicación exitosa es una  mezcla sinfónica de múltiples conceptos y destrezas de pensamiento social puestas en acción en un tiempo preciso. Empieza por pensar en la persona con la cual nos queremos comunicar (Primer paso), seguido por la decisión de cómo debemos acercarnos físicamente a esa persona o grupo (Segundo paso) para llevar a cabo la interacción. El artículo de hoy lleva al tercer paso de la comunicación: cómo ingresan nuestros ojos en el proceso de comunicación y qué rol juegan en la interacción con otros.

 

Por sorprendente que parezca, algunos pacientes jóvenes (y adultos) con dificultades de pensamiento social no son conscientes de que las personas miran los ojos de otras personas para obtener pistas acerca de lo que pueden estar mirando y por ende, pensando. En la literatura del desarrollo esto se llama “estableciendo atención conjunta” y es un hito del desarrollo para la mayoría de los bebés de 9 a 12 meses con desarrollo neurotípico. Entonces, ¿es posible que un joven de 17 años con el mejor promedio de su promoción que da el discurso de despedida al egresar de la escuela secundaria o un ejecutivo brillante de 40 años con desarrollo aparentemente neurotípico, carezcan de esta destreza finamente afinada? En realidad la respuesta es ¡sí! Y es más común de lo que puedas imaginar. En nuestro trabajo clínico encuentro que muchos de nuestros pacientes de “alto rendimiento” y adultos dentro del espectro autista no tienen idea de las sutilezas físicas involucrados en la interacción social cara a cara. En muchos casos, nadie jamás les ha dicho que pueden usar sus ojos para captar la atención de la gente o registrar cuando otra persona les está prestando atención. ¡Temple Grandin, una notable figura en el mundo con autismo, y una brillante profesional y académica, declaró que recién a los 51 años comprendió que las personas se envían señales entre sí con los ojos!

 

Allan es un ejecutivo que lidera un equipo de trabajo. A pesar de que tiene Síndrome de Asperger, esto no es obvio y es casi imperceptible para la mayoría de las personas. Es un hombre generoso, amable y atento que trabaja increíblemente duro en su especialidad. Tiene amigos y una novia. También se esfuerza por aprender acerca de las sutilezas de la comunicación social. Por más de que Alan parezca exitoso, está frustrado con su historial. Nunca ha tenido una novia por más de 9 meses y nunca ha conservado un trabajo por más de dos años. El esfuerzo que pone para lograr el éxito no es recompensado con la longevidad de lo que más le importa a él: una relación amorosa y una carrera profesional estable.

 

La novia de Allan le dijo recientemente que era “grosero” porque le gritaba a los mozos en los restaurantes cuando buscaba  su atención. Ella sentía que él debería hacer un esfuerzo por llamarles la atención de manera no verbal. Cuando me habló acerca de esto le señalé que probablemente era porque no estaba utilizando sus ojos para mostrarle al mozo que estaba pensando en él, sino que  estaba simplemente utilizando el lenguaje para llamar la atención. Alrededor de una semana más tarde me dijo que había decidido utilizar sus ojos para demostrarles a las personas que estaba pensando en ellas en vez de utilizar su voz. Dijo que era escéptico acerca de cuan efectivo esto sería, pero igualmente lo intentó, aunque sea para demostrar que estábamos equivocadas. Allan continuó explicando que estaba en un restaurant con su novia y esta vez cuando quería más agua no le gritó al mozo que pasaba. En vez, puso su mano sobre el vaso de agua y lo miró directamente al mozo. Con gran excitación luego exclamó “¡y el mozo vino hacia mí!” Esa misma noche llevó a su novia a un bar y en vez de gritarle al mozo lo miró fijamente y una vez más dijo “¡jamás en mi vida me han atendido tan rápido!” El mundo de la comunicación no verbal acababa de abrirse para Allan.

 

Como profesionales y padres-educadores trabajando con pacientes con dificultades en la comunicación social, enseñarles a los pacientes que hagan contacto visual o que respondan a la orden de “mírame” no es suficiente. Debemos imprimir en estos individuos la idea de que nuestros ojos son una herramienta fundamental que utilizamos en la comunicación para:

 

  • Obtener la atención de alguien
  • Descubrir que están pensando basado en lo que están mirando
  • Saber reconocer el estado interno y las emociones expresadas a través de los ojos y de su expresión facial

 

A medida que continué trabajando con Allan, el me comentó que siempre parecía hablar con las personas en el momento equivocado, lo cual causaba fricción con su personal. Creamos un plan, si quería hablar con una persona, se ubicaría dentro de su campo de visión y vería si levantaban la vista para reconocerlo. Solamente entonces, comenzaría a hablar. Mi paciente – a pesar de lo inteligente que era en otras áreas – dudaba de que el simple hecho de caminar hasta el umbral de la puerta de una persona captaría su atención, así que acordamos que haría un pequeño ruido a medida que se acercaba así sabrían que él estaba allí. Allan me escribió este mensaje por correo electrónico unos días después de nuestra discusión:

 

“Esta tarde lo intenté con dos personas. Como recordarás, yo estaba planeando captar la atención de las personas haciendo un pequeño ruido. La primera persona con la que lo intenté es sorda de un oído y tiene audición parcial en el otro. Para mi sorpresa, apenas aparecí en el umbral de la puerta, ella levantó su mirada. Tuvimos una pequeña conversación acerca de la reciente visita a su hijo en la universidad…salió bien. La segunda persona con la que lo probé tiene una buena audición y levantó la mirada inmediatamente cuando me paré en el umbral de su puerta. Quizás el ruido ni siquiera es necesario. Quizás todo lo que tengo que hacer es aparecer en la periferia de la visión de una persona y si ellos están disponibles me verán. Experimentaré más con esto… mañana lo voy a intentar sin ruido para ver si eso funciona.”

 

Al día siguiente recibí este correo electrónico:

 

“Nunca había pensado en esto… antes de trabajar contigo. Utilizar el contacto visual no se me hubiese ocurrido de no haber sido por ti y por Kaitlyn (su novia). Gracias. Mucho crecimiento y mucho trabajo estos días”.

 

En nuestro próximo artículo describiremos estrategias para enseñar y fomentar este concepto y habilidad. Hasta entonces, haz tú mismo un pequeño experimento: averigua cuanto tu hijo o paciente comprende acerca de utilizar el concepto de “pensar con tus ojos”. ¡Quizás te sorprenderá!

 

Traducido por: Alexandra Temple

Equipo Socializarte.

socializarte09@gmail.com

www.socializartegrupos.com.ar

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